Cuando Carlos Alegre, diecisiete años, y Natalia de Larrea, treinta y tres, huyen juntos de una fiesta de alta sociedad en medio de un sensacional escándalo, saben que su relación no va ser un camino de rosas. Los escrúpulos de la familia de él y la leyenda de seductora que arrastra ella ponen obstáculos a una pasión singular que empuja a los dos protagonistas a una nueva dimensión vital. La pluma irreverente y tierna a la vez, y el desatado sentido del humor de Alfredo Bryce Echenique convierten a esta historia inolvidable en un hito de la literatura actual. Premio Planeta 2002.
Alfredo Bryce Echenique, El huerto de mi amada (Editorial Planeta, S.A., Barcelona, España, 2002) -286 páginas
Opinión personal
El huerto de mi amada narra la historia de amor de una pareja (Carlitos y Natalia) dispareja que pertenece a la clase alta del Perú. Carlitos es un joven de 17 años que se enamora de una hermosa mujer divorciada que es 15 años mayor que él. El romance es tierno, erótico y duradero a pesar de ser una relación improbable o predestinada a fracasar. Claro que si él fuera 15 años mayor que ella, sería otra historia y quizá con mejores augurios en cualquier sociedad machista que se respete.
Los personajes que acompañan a Natalia y a Carlitos son en su mayoría frívolos, pero ignorantemente felices. El autor se centra desproporcionadamente en las aventuras de los mellizos Céspedes, "amigos" del protagonista, que son zonzos además de arribistas, y los relatos de sus intentos por conquistar jovencitas de la clase alta son repetitivos y a pesar de ser narrados con cierto humor resultan soporíferos. En general, la historia es cursi, banal y lenta para mi gusto. El autor usa al personaje Carlitos Alegre, casi niño, ingenuo, optimista y religioso, para contar la historia de otros seres maduros (figurativamente) con comportamientos algo ridículos y en un ambiente superfluo. También me parece que el final de la historia, aunque predecible es algo abrupto con respecto al cambio de Natalia, pero felizmente necesario para completar el círculo de una parodia al amor romántico y una crítica al elitismo que parecía no llegar a ninguna parte.
Lo mejor del huerto de mi amada es la prosa del autor que integra los monólogos y los diálogos y el lenguaje poético para retratar el sentimentalismo excesivo y los demonios de una sociedad clasista y extremadamente superficial.
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Mi puntuación (1-5):
Los personajes que acompañan a Natalia y a Carlitos son en su mayoría frívolos, pero ignorantemente felices. El autor se centra desproporcionadamente en las aventuras de los mellizos Céspedes, "amigos" del protagonista, que son zonzos además de arribistas, y los relatos de sus intentos por conquistar jovencitas de la clase alta son repetitivos y a pesar de ser narrados con cierto humor resultan soporíferos. En general, la historia es cursi, banal y lenta para mi gusto. El autor usa al personaje Carlitos Alegre, casi niño, ingenuo, optimista y religioso, para contar la historia de otros seres maduros (figurativamente) con comportamientos algo ridículos y en un ambiente superfluo. También me parece que el final de la historia, aunque predecible es algo abrupto con respecto al cambio de Natalia, pero felizmente necesario para completar el círculo de una parodia al amor romántico y una crítica al elitismo que parecía no llegar a ninguna parte.
Lo mejor del huerto de mi amada es la prosa del autor que integra los monólogos y los diálogos y el lenguaje poético para retratar el sentimentalismo excesivo y los demonios de una sociedad clasista y extremadamente superficial.
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Mi puntuación (1-5):
Nacido dentro de una prominente familia de banqueros, sus padres fueron Francisco Bryce Arróspide y Elena Echenique Basombrío de Bryce. Su tatarabuelo, José Rufino Echenique, fue presidente del Perú en 1851, y su familia está relacionada con la francesa Flora Tristán y con el barón Clemens Althaus de Hesse.
Bryce Echenique, educado en el seno de la oligarquía limeña, cursó sus estudios primarios, en el Inmaculado Corazón, y secundarios, en el Santa María Marianistas y, luego, tras un incidente en este colegio por el que hubo de ser hospitalizado, ingresó al San Pablo, un internado británico en Lima. En 1957, ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y se licenció en Derecho, obteniendo el título de Doctor en Letras en (1977). Fue profesor durante algún tiempo en el Colegio San Andrés (ex Anglo-Peruano) donde enseñó Castellano y Literatura.
En 1964, se trasladó a Europa y residió en Francia —en París se diplomó en La Sorbona en Literatura francesa clásica (1965) y contemporánea (1966), Magister en Literatura por la Universidad de Vincennes (1975)—, Italia, Grecia y Alemania. Desde 1984 hasta 2010 radicó en España, aunque solía pasar largas temporadas en su tierra natal.
En 1968, el general Juan Velasco Alvarado asumió el poder en el Perú y dos años después, en 1970, nacionalizaba el Banco Internacional del Perú, del que su padre había sido gerente y su abuelo presidente, lo que perjudicó enormemente a su familia.
Regresó brevemente al Perú en 1999, y abandonó el país ante el clima político reinante. Volvió a Barcelona en 2002 y publicó tres años más tarde su segundo libro de memorias, Permiso para sentir, en el que denuncia ácidamente la transformación de Perú.
Bryce Echenique se ha declarado seguidor de los argentinos Julio Cortázar y Manuel Puig, y de los peruanos Julio Ramón Ribeyro y César Vallejo, porque "introdujeron y produjeron el mundo de los sentimientos y el humor, tópicos muy escasos dentro de la literatura latinoamericana de entonces".
Bryce Echenique durante una conferencia en Lima, su ciudad natal, año 2005.
La narrativa de Bryce Echenique, entre lo delirante, lo añorante y lo grotesco, está poblada de simpáticos personajes que se mueven como un poco perdidos en un mundo laberíntico, en medio del humor más fino y la ironía más tierna. Bryce Echenique es un maestro de la palabra, a la que domina y recrea, concediéndole nuevos significados. Su fino humor es reconocido tanto en América Latina como en Europa. Todas sus obras están llenas de personajes que él conoció personalmente.
El escritor está de acuerdo con los críticos que han dicho que los cuatro temas principales de su obra son "el amor, la soledad, la enfermedad (la depresión, muy concretamente) y la felicidad"2 y por eso los ensayos recogidos en Entre la soledad y el amor pretenden ser, según sus propias palabras, "una meditación cuando menos honda sobre el núcleo ardiente de mis libros pero también sobre lo que yo considero cuatro experiencias fundamentales de todo ser humano".
Ha trabajado como profesor en las universidades de Nanterre, La Sorbona, Vincennes, Montpellier, Yale, Austin, Puerto Rico y otras. Ha dado conferencias y hecho ponencias en congresos de escritores en Argentina, Bulgaria, Canadá, Cuba, España, Estados Unidos, Francia, Italia, México, Perú, Puerto Rico, Suecia, Venezuela.
Su obra ha recibido importantes premios y ha sido traducida a diversos idiomas.
Su hermana, Clementina Bryce Echenique, está casada con el periodista Francisco Igartua Rovira, fundador y diseñador de los dos principales semanarios del Perú, Oiga (1948-1995) y Caretas (1950). Desde el comienzo de la segunda etapa de Oiga, a finales de 1962, Alfredo Bryce Echenique inició una serie de colaboraciones periodísticas que finalizaron en agosto de 1995, con el cierre definitivo de la revista debido al acoso publicitario y tributario del gobierno dictatorial de Alberto Fujimori. A través de estas colaboraciones se pueden conocer muchas facetas del carácter de Bryce, como su posición anti dictadura y de enfrentamiento contra todo abuso. Su resolución a decir las cosas como son, le mereció ser llamado el Niño Terrible o Julius, como el personaje principal de una de sus obras
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Fuente: Wikipedia
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