Tuesday, November 8, 2016

Nombre falso



Sinopsis

Los relatos incluidos en Nombre falso confirman una vez más que Piglia se inscribe dentro de la mejor literatura contemporánea en cualquier lengua. Al contaminar deliberadamente el relato con la reseña, el cuento con el ensayo o la ficción con la autobiografía, Piglia pergeña un texto que cruza una y otra vez las fronteras los géneros. El atractivo y la originalidad de su estilo inigualable residen en ese cruce en el que desaparece la preocupación por distinguir el papel de crítico del de escritor.

De entre sus muchas cualidades, Nombre falso destaca por la gran variedad de personajes que abarcan desde un hombre que prefiere quedarse callado en lugar de decir una palabra que evitará la muerte de un niño, hasta un boxeador decadente que se aferra a un antiguo recorte de diario que atestigua su efímera gloria deportiva.


Ricardo Piglia, Nombre falso (Anagrama, Narrativas hispána, Barcelona,1975-2002) 189  páginas


Opinión personal

Nombre falso de Ricardo Piglia es una pequeña colección de cinco relatos y una novela corta que lleva el nombre del libro. Los cuentos: "El precio del amor", La Laucha Benítez cantaba boleros", "Mata Hari 55", "La casa de vidrio" y "Las actas del juicio" parten de una experiencia real o de la observación de realidades que se revelan a manera de anécdotas o crónicas, a un nivel muy personal. "Se equivocan los que piensan que es más fácil contar hechos verídicos que inventar una anécdota" (página 49). El fracaso de lo épico, el héroe en decadencia (boxeador y el general) y la falsedad son temas recurrentes en estos cuentos. Sin embargo, a pesar de los aspectos negativos/defectos de los personajes, el escritor los humaniza, los celebra.

Culmina de manera genial con el homenaje a Roberto Arlt donde fusiona la realidad con la ficción y donde teoriza sobre el plagio y la falsificación en la literatura y sobre quién tiene el derecho o la propiedad de la palabra. Explora el dilema de obras póstumas publicadas sin autorización del autor, como el conocido caso de Kafka: ¿se deben respetar los deseos del creador o es verdad que la literatura pertenece al lector y estos textos son legados de la humanidad?
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Mi puntuación (1-5):


  



Sobre el autor:





Ricardo Emilio Piglia Renzi  (Adrogué, provincia de Buenos Aires; 24 de noviembre de 1941) es un escritor y crítico literario argentino.
Después de la caída de Perón (1955), se fue con su familia de Adrogué y se instaló en Mar del Plata.Piglia estudió Historia en la Universidad Nacional de La Plata, ciudad donde vivió hasta 1965. Después trabajó durante una década en editoriales de Buenos Aires, dirigió la Serie Negra, famosa colección de policiales que difundió a Dashiell Hammett, Raymond Chandler, David Goodis y Horace McCoy. «Empecé a leer policiales casi como un desvío natural de mi interés por la literatura norteamericana. Uno lee a Fitzgerald, luego a Faulkner y rápidamente se encuentra con Hammett y con David Goodis. Más tarde, entre 1968 y 1976, leí policiales por necesidad profesional, ya que dirigía una colección», dijo en una oportunidad.

Según ha declarado, desde los 18 años leyó a Faulkner, empezó con La mansión, luego siguió con otras obras suyas durante años: «Creo que lo que más me impresiona de Faulkner es la autonomía del que narra». Pero sus referencias son muy diversas (en Respiración artificial hace bromas sobre el 'lenguaje faulkneriano' de los escritores), como gran lector que es. En sus orígenes estuvieron presentes muchos escritores estadounidenses, pero también hubo otros tales como Kafka, Musil, etc. y, por supuesto, toda la mejor literarura argentina a la que de continuo se remite.

Piglia ha señalado que dos poéticas antagónicas y sus reversos le han interesado: la que está basada en la oralidad, aparentemente «popular», que ha llegado a una especie de crispación expresiva, como Guimaraes Rosa o Juan Rulfo; y la de la «vanguardia» que trabaja con la idea de que el estilo es plural: tanto James Joyce como Manuel Puig, por ejemplo, trabajaron con registros múltiples.

Comenzó a escribir en la segunda mitad de los años cincuenta del siglo XX en Mar del Plata su Diario, y lo ha continuado durante toda su vida. Recibió una mención especial en el VII concurso Casa de las Américas, Cuba, y ello significó la publicación de su primer libro: el de cuentos Jaulario. Pero el reconocimiento internacional lo debe a su primera novela Respiración artificial, de 1980.

Piglia es, además, crítico, ensayista y profesor académico, que ha estudiado a Brecht, Benjamin y Lukács, a Erich Auerbach, Szondi y Vernant, a los rusos Tiniánov, Sklovski o Bajtin. Ha escrito sobre su propia escritura (que está ligada a la crítica) y ha elaborado ensayos sobre Roberto Arlt, Borges, Sarmiento, Macedonio Fernández y otros escritores argentinos.

Piglia vivió en Estados Unidos, donde fue profesor en diversas universidades, entre las que figuran las de Princeton y Harvard, en las que dio clases durante una quincena de años.
Aunque estaba instalado en ese país, donde tenía casa propia, decidió regresar a Argentina: en diciembre de 2011 llegó a Buenos Aires y comenzó a escribir, con elementos autobiográficos, la novela El camino de Ida, que publicó Anagrama en 2013.
Después de su regreso, Piglia grabó también un programa de televisión de cuatro capítulos en los que enseña sobre Jorge Luis Borges y dirige una colección de reediciones de la literatura argentina.

Junto al músico Gerardo Gandini compuso la ópera La ciudad ausente, basada en su propia novela, estrenada en el Teatro Colón en 1995. Como antólogo ha publicado, entre otros libros, Crímenes perfectos y La fieras, ambos con obras del género policial.
Su obra ha sido traducida numerosos idiomas, particularmente al inglés, francés, italiano, alemán y portugués.



Fuente: Wikipedia