Sunday, March 6, 2016

Ensayo sobre la ceguera





Sinopsis 

Un hombre parado ante un semáforo en rojo se queda ciego súbitamente. Es el primer caso de una «ceguera blanca» que se expande de manera fulminante. Internados en cuarentena o perdidos en la ciudad, los ciegos tendrán que enfrentarse con lo que existe de más primitivo en la naturaleza humana: la voluntad de sobrevivir a cualquier precio.

Ensayo sobre la ceguera es la ficción de un autor que nos alerta sobre «la responsabilidad de tener ojos cuando otros los perdieron». José Saramago traza en este libro una imagen aterradora y conmovedora de los tiempos que estamos viviendo. En un mundo así, ¿cabrá alguna esperanza?

El lector conocerá una experiencia imaginativa única. En un punto donde se cruzan literatura y sabiduría. José Saramago nos obliga a parar, cerrar los ojos y ver. Recuperar la lucidez y rescatar el afecto son dos propuestas fundamentales de una novela que es, también, una reflexión sobre la ética del amor y la solidaridad.


José Saramago, Ensayo sobre la ceguera  (Punto de Lectura, Prisa Ediciones, Madrid, España,  1995, 2010) 375 páginas


Opinión personal

Ensayo sobre la ceguera de José Saramago es una novela muy inquietante que nos cuenta como una plaga de ceguera repentina afecta a toda una población. La historia atrapa al lector desde el comienzo quien vive con los personajes su paulatino descenso a lo más tenebroso de la naturaleza humana, no sólo del espíritu sino del deterioro físico propio de las necesidades básicas del cuerpo. Una historia "apocalíptica" e insólita que nos enfrenta a toda clase de miedos irracionales y propios de nuestra vida contemporánea, inventada y frágil. Un relato del posible desenlace del fin del mundo. La vida que conocemos  hoy puede ser otra mañana. Es una novela sobre la humanidad. 

Esta ceguera blanca los sumerge a todos en un caos insufrible y los sorprende sin defensa alguna para vivir en un mundo hecho para videntes, en un sistema que valora ante todo lo material, lo exterior, lo que podemos ver. Ese sueño que era la vida de antes se convierte ahora en una lucha para sobrevivir en condiciones infrahumanas. La transformación es asombrosa así como la capacidad de adaptación para seguir viviendo en esa pesadilla, en un infierno común. El egoísmo y la maldad florecen por doquier, pero lo bondad también subsiste. La ceguera es una metáfora a ese letargo autómata con que seguimos lo establecido en la sociedad, como un rebaño y sin preguntar por qué. No son ciegos, "están ciegos".

Los personajes de Saramago no tienen nombres y se refiere a ellos como: el médico, la mujer de las gafas oscuras, el primer ciego, el hombre con la venda negra, etcétera, etc., porque puede ser cualquier, porque somos todos. La única que puede ver es la mujer del médico, personaje indispensable para los ciegos, pero también para el lector pues como buen lazarillo nos describe las situaciones con lujo de detalles para que podamos "ver" o imaginarnos la podredumbre física a la que llegan todos, eso sí con algunos destellos de bondad conmovedora y esperanza que perdura.

¡Inolvidable!, una de esas historias que se nos deja cierto malestar, pero que nos hace reflexionar. Escrita en el estilo subversivo y característico de este magnífico escritor ("aversión" a los puntos que reemplaza con comas cuando le place) en una prosa fluida y hermosa.



Mi puntuación (1-5):

  



Sobre el autor:






José de Sousa Saramago (Azinhaga, Santarém, Portugal, 16 de noviembre de 1922 - Tías, Lanzarote, España, 18 de junio de 2010) fue un escritor, novelista, poeta, periodista y dramaturgo portugués. En 1998 se le otorgó el Premio Nobel de Literatura. La Academia Sueca destacó su capacidad para «volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía».

Sus padres fueron José de Sousa y Maria da Piedade, una pareja campesina sin tierras y de escasos recursos económicos. Este estilo de vida, influirá notablemente en los pensamientos del escritor, especialmente en lo que se refiere a política, cimentadas sobre una vasta cultura formal y popular, y una experiencia vital hiperestésica. El apodo de la familia paterna era Saramago ("Jaramago" en español, nombre de una planta herbácea silvestre de la familia de las crucíferas).

Tras casarse en 1944 con Ilda Reis, Saramago comienza a escribir la que acabará siendo su primera novela: Tierra de pecado, que se publicó en 1947 pero no tuvo éxito. Ese año nació su primera hija, Violante.
Saramago escribió una segunda novela, Claraboya, que no fue publicada hasta el 2012 (tras dos años de haber fallecido), por su "viuda" esposa. Los siguientes veinte años no se dedicó a la literatura. «Sencillamente no tenía algo que decir y cuando no se tiene algo que decir lo mejor es callar».

La novela El Evangelio según Jesucristo (1991) lo catapulta a la fama a causa de una polémica sin precedentes en Portugal —que se considera una república laica—, cuando el gobierno veta su presentación al Premio Literario Europeo de ese año, alegando que «ofende a los católicos».

Como acto de protesta, Saramago abandona Portugal y se instala en la isla de Lanzarote (Canarias, España). En 1995 publica una de sus novelas más conocidas, Ensayo sobre la ceguera novela que fue llevada al cine en el 2008 bajo la dirección de Fernando Meirelles. 

En 1997 publica su novela Todos los nombres, que gozó también de gran reconocimiento.
En 1998 gana el premio Nobel de literatura, convirtiéndose en el primer escritor —y hasta ahora el único— de lengua portuguesa en ganar este premio. Desde entonces compartió su residencia entre Lisboa y la isla canaria, participando en la vida social y cultural de ambos países cuyas estrechas relaciones justificó en una entrevista para proponer su idea utópica de creación de una Iberia unida. Ateo declarado, colaboró ocasionalmente en prensa, aportando su punto de vista, siempre agudo y comprometido. En definición suya, "Dios es el silencio del universo, y el ser humano, el grito que da sentido a ese silencio". Una de sus últimas obras fue Las intermitencias de la muerte, cuenta de un país cuyo nombre no será mencionado y se produce algo nunca visto desde el principio del mundo: la muerte decide suspender su trabajo letal, la gente deja de morir. De ahí en adelante, se relatarán situaciones inimaginables o no, ya que nadie muere pero siguen envejeciendo.

Curiosa la frase que cierra su última novela, Caín, «La historia ha acabado, no habrá más que contar», ni que leer por sus admiradores...

Tanto su casa, como la biblioteca privada, se encuentran abiertas al público todo el año en el pueblo de Tías (Lanzarote). Por los pasillos, es fácil toparse con Pilar del Río, su mujer, quien aún frecuenta la vivienda y preside la Fundación José Saramago. Allí, entre otras cosas, está la colección de relojes que el escritor portugués detuvo a las cuatro, como símbolo de amor hacia ella, pues se conocieron a esa hora.

Falleció a los 87 años, el día 18 de junio de 2010, en su residencia de la localidad de Tías (Lanzarote, Las Palmas), a causa de una leucemia crónica que derivó en un fallo multiorgánico. Había hablado con su esposa y pasado una noche tranquila. Saramago escribió hasta el final de su vida, pues se dice que llevaba 30 páginas de una próxima novela.

Las cenizas del novelista portugués fueron depositadas el 18 de junio del 2011 al pie de un olivo centenario, traído de su pueblo natal y trasplantado en el Campo das Cebolas frente a la Fundación José Saramago Casa dos Bicos de Lisboa, al cumplirse el primer aniversario de su muerte.


Fuente: Wikipedia

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