"No veía nada debajo del agua, aunque abriera los ojos: unabarrera viscosa, negra, fría, que por el afán de huir me parecía una sopa de aceite en la que mis brazos y mis piernas me hacían avanzar muy despacio, así los moviera con todas mis fuerzas".
Así empieza uno de los episodios más dramáticos de esta novela, que gira en torno a La Oculta, una finca escondida en la montañas de Colombia. Pilar, Eva y Antonio Ángel son los últimos herederos de esta tierra, que ha sobrevivido a varias generaciones de la familia. En ella han pasado los momentos más felices de su vida, pero han tenido que enfrentarse también al asedio de la violencia y el terror, al desasosiego y la huida.
A partir de las voces de tres hermanos, el recuento de sus amores, miedos, deseos y esperanzas, y con un deslumbrante paisaje como telón de fondo, Héctor Abad Faciolince ilumina en La Oculta las vicisitudes de una familia y de un pueblo, así como el momento en que está a punto de perderse el paraíso sobre el cual construyeron sus realidades y sus sueños.
Héctor Abad Faciolince, La Oculta (Alfaguara, Colombia, México 2014 y 2015, ) 334 páginas
Opinión personal
Así empieza uno de los episodios más dramáticos de esta novela, que gira en torno a La Oculta, una finca escondida en la montañas de Colombia. Pilar, Eva y Antonio Ángel son los últimos herederos de esta tierra, que ha sobrevivido a varias generaciones de la familia. En ella han pasado los momentos más felices de su vida, pero han tenido que enfrentarse también al asedio de la violencia y el terror, al desasosiego y la huida.
A partir de las voces de tres hermanos, el recuento de sus amores, miedos, deseos y esperanzas, y con un deslumbrante paisaje como telón de fondo, Héctor Abad Faciolince ilumina en La Oculta las vicisitudes de una familia y de un pueblo, así como el momento en que está a punto de perderse el paraíso sobre el cual construyeron sus realidades y sus sueños.
La Oculta narra la saga de una familia que gira alrededor de la finca que heredaron de sus antepasados y de su arraigo a esta tierra. A través de toda la novela se entrelazan las voces narradoras de tres hermanos (Antonio, Eva y Pilar) que nos cuentan sus vidas y reflexionan sobre la posesión de la tierra como parte imprescindible de la identidad latinoamericana, pero más específicamente de los antioqueños y los miembros de varias generaciones de la familia Ángel.
Los personajes nos cuentan sus vidas modernas, actuales, pero también exploran sus raíces y las vicisitudes enfrentadas a través del tiempo. Nos enteramos por el relato de Antonio sobre la fundación del pueblo de Jericó en Antioquia durante el asentamiento de zonas deshabitadas, casi inhóspitas con la esperanza de una vida mejor para futuras generaciones, así como de la adquisición de La Oculta (el nombre de la finca). Luego sus vivencias nos transportan por la llamada época de La Violencia (enfrentamientos entre los Liberales y los Conservadores), los conflictos con la guerrilla y finalmente con los paramilitares; hechos todos que afectaron de manera terminante a los latifundistas y a los propietarios de pequeñas tierras que habían adquirido para la explotación agraria en varias zonas del país.
La narrativa es ficción, aunque intuimos ciertas verdades autobiográficas, que ilustra de manera veraz y real no sólo los acontecimientos históricos de las diferentes épocas en Colombia sino la evolución y la mezcla de caracteres y puntos de vista de la población sobre temas tales como: , la política (el izquierdismo, el capitalismo y hasta el "uribismo"), la religión, la violencia, la familia, el sexo (homofobia, el rol de la mujer), etc. etc. Los tres hermanos representan algunas de estas visiones. Pilar encarna el espíritu conservador y tradicionalista, Eva es el espíritu libre que se adapta al cambio y Antonio, el último de la “estirpe” (por lo del apellido), es un violinista homosexual que trata de dejar una herencia al desenterrar la historia de la familia, su único legado (a falta de hijos). La Oculta es la historia de una familia que nace y permanece ligada a esta finca y que se extinguirá como terminó su sueño de conservar la tierra prometida.
Personalmente disfruto mucho de la prosa del escritor Héctor Abad por su hermoso español. El autor tiene siempre a mano el término perfecto para describir el paisaje, las costumbres y la idiosincrasia del pueblo, así como la esencia de los personajes. Por esta razón el libro es un deleite para los lectores de este escritor.
Mi puntuación (1-5):
Los personajes nos cuentan sus vidas modernas, actuales, pero también exploran sus raíces y las vicisitudes enfrentadas a través del tiempo. Nos enteramos por el relato de Antonio sobre la fundación del pueblo de Jericó en Antioquia durante el asentamiento de zonas deshabitadas, casi inhóspitas con la esperanza de una vida mejor para futuras generaciones, así como de la adquisición de La Oculta (el nombre de la finca). Luego sus vivencias nos transportan por la llamada época de La Violencia (enfrentamientos entre los Liberales y los Conservadores), los conflictos con la guerrilla y finalmente con los paramilitares; hechos todos que afectaron de manera terminante a los latifundistas y a los propietarios de pequeñas tierras que habían adquirido para la explotación agraria en varias zonas del país.
La narrativa es ficción, aunque intuimos ciertas verdades autobiográficas, que ilustra de manera veraz y real no sólo los acontecimientos históricos de las diferentes épocas en Colombia sino la evolución y la mezcla de caracteres y puntos de vista de la población sobre temas tales como: , la política (el izquierdismo, el capitalismo y hasta el "uribismo"), la religión, la violencia, la familia, el sexo (homofobia, el rol de la mujer), etc. etc. Los tres hermanos representan algunas de estas visiones. Pilar encarna el espíritu conservador y tradicionalista, Eva es el espíritu libre que se adapta al cambio y Antonio, el último de la “estirpe” (por lo del apellido), es un violinista homosexual que trata de dejar una herencia al desenterrar la historia de la familia, su único legado (a falta de hijos). La Oculta es la historia de una familia que nace y permanece ligada a esta finca y que se extinguirá como terminó su sueño de conservar la tierra prometida.
Personalmente disfruto mucho de la prosa del escritor Héctor Abad por su hermoso español. El autor tiene siempre a mano el término perfecto para describir el paisaje, las costumbres y la idiosincrasia del pueblo, así como la esencia de los personajes. Por esta razón el libro es un deleite para los lectores de este escritor.
Sobre el autor:

Ha recibido un Premio Nacional de Cuento (1981), una Beca Nacional de Novela (1994) y dos Premios Simón Bolívar de Periodismo de Opinión (1998 y 2006). Obtuvo en España el primer Premio Casa de América de Narrativa Innovadora en el año 2000, y en abril de 2005 le fue conferido en China el premio a la mejor novela extranjera del año por Angosta. En septiembre del año 2010 le fue otorgado el premio Casa de América Latina de Portugal por el libro El olvido que seremos, como mejor obra latinoamericana. Por este mismo libro recibió el Premio Wola-Duke en Derechos Humanos. Hijo de Cecilia Faciolince y de Héctor Abad Gómez, médico, profesor universitario y defensor de derechos humanos, quien fue asesinado en Medellín en agosto de 1987. Nació en Medellín, en el departamento de Antioquia, Colombia, fue el único hombre de una familia con cinco hermanas. Inició sus estudios primarios en el colegio Los Alcazares, dirigido por el Opus Dei en Medellín, que a pesar de la oposición de ideas que tenía su padre frente a la iglesia, se matriculó en este colegio debido a la buena calidad de estudio del mismo. En esta escuela Faciolince se inicia en el oficio de escribir al crear una revista llamada Criterio, en donde, junto con Mauricio García Villegas, publicaban comentarios críticos de los profesores, de la escuela y de otros temas cotidianos.
Durante su infancia Héctor Abad fue influenciado en gran medida por su padre, médico de la Universidad de Antioquia, con quien conoció a los poetas Porfirio Barba Jacob y León de Greiff ya que su padre le recitaba poemas de memoria. Luego de terminar el colegio, opta por no entrar a la universidad inmediatamente y con el apoyo de su padre viajan juntos a México en donde utiliza su tiempo para leer En busca del tiempo perdido de Proust. Cuando regresa a Medellín, se matriculó en la Universidad Pontificia Bolivariana de donde fue expulsado por una columna que publicó en el periódico Paredón, creado junto con otros compañeros de su carrera de periodismo. A pesar de este suceso, es aceptado en la Universidad de Antioquia en donde continua su carrera pero debido a los constantes paros y suspensiones de semestre, decide abandonar la carrera e ir a vivir con su novia a Italia. Durante su estadía en este país, lee novelas y poemas del Siglo de Oro, en especial a Quevedo del cual se puede ver la influencia en su primera novela publicada Asuntos de un hidalgo disoluto, en el cual Mauricio Vélez comenta que la obra revela un tono picaresco, esto se debe a que en muchos de los temas se puede ver la parodia.
Posteriormente, completa sus estudios en lenguas y literaturas modernas en la Universidad de Turín, Italia, de la cual se gradúa con una tesis laureada sobre la obra de Guillermo Cabrera Tres tristes tigres. En su carrera como escritor ha obtenido diversos reconocimientos por sus obras tales como Premio Nacional de Cuento (1981) en Colombia, la Beca Nacional de Novela (1994) y el Premio Simón Bolívar de Periodismo de Opinión (1998). En el año 2000 obtuvo en España el I Premio Casa de América de Narrativa Innovadora con la obra Basura (Lengua de Trapo, 2000). Y en 2005 recibió en China el Premio a la Mejor Novela Extranjera del Año por Angosta (Editorial Seix Barral, 2004). Su libro El olvido que seremos, ha sido elegido con el Premio de Literatura Casa da América Latina/Banif (Lisboa), otorgado a la mejor obra de autor de América Latina publicada en Portugal en el año 2008 y 2009. Ha traducido a autores italianos como Umberto Eco, Lampedusa e Italo Calvino y publicado numerosos ensayos de tipo académico para revistas de uno y otro lado del Atlántico. También ha participado con frecuencia como conferenciante invitado en eventos literarios de muy diversos países. Junto a las ya mencionadas, son obras destacadas de su producción literaria, traducida a varios idiomas: Malos Pensamientos (Editorial Universidad de Antioquia, 1991); Asuntos de un hidalgo disoluto (Alfaguara, 1994); Tratado de culinaria para mujeres tristes (Alfaguara, 1996); Fragmentos de amor furtivo (Alfaguara, 1998); Palabras sueltas (Seix Barral, 2002); Oriente empieza en El Cairo (Mondadori, 2002); El olvido que seremos (Seix Barral, 2005); El amanecer de un marido (Seix Barral, 2008) y su último libro Traiciones de la memoria (Alfaguara, 2009). Reside en Bogotá donde se desempeña como columnista del periódico El Espectador y comentarista de Blu Radio.
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Fuente: Wikipedia